¿Recuerdas la época de enamorados?
Juncos de encendidos y tiernos versos
a diario vestían nuestro reinado.
Era el Edén. La estación de embelesos.
Cuna de nuestra flor, la poesía,
preñada con suspiros y con besos.
En su cielo brillaba la armonía.
Coreaban nuestro idilio las aves,
la lluvia, los vientos y la alegría.
Y con esos cantos de notas suaves,
con la miel consumida a cucharadas,
endulzamos hasta letrillas graves.
Y locos reímos a carcajadas.
Fuimos gozo, sembradores de amor
con luces de ilusión en las miradas.
Éramos otoño, fuego y esplendor.
Almas dispuestas a no separarse
arando un futuro prometedor.
De todo ese sueño... ¿Cómo olvidarse?
¿Cómo apartar las gotas de cariño
de una fuente que no quiere secarse?
Esas preguntas sólo son un guiño
de añejo romance aferrado aún,
al faldón de la madre. Como un niño.
ISABEL
20/09/16