miércoles, 25 de julio de 2018

Mi corazón y rebeldía

Entre sorbos de café y poesía,
late sentimental mi corazón.
Él no sabe escuchar a la razón
quiere versos en llamas de ambrosía.

Oír palabras de cariño ansía
sin importarle siquiera el tizón...
Qué humee sobre un pasaje dulzón,
sea real, un cuento o fantasía.

Bebo mi café y rasgueo en la nada.
Intento que mi letrilla se pierda
y sume al aire mi corazonada.

Ese latir sin ton ni son ni cuerda
que insiste escriba como desquiciada,
los ecos que mi corazón recuerda.

ISABEL
25/07/18

viernes, 20 de julio de 2018

Recomendable

Si de pronto fluye una idea,
qué conveniente es anotarla.
Ya después se dará el momento
para leerla y meditarla.

Quizá sea la solución
para resolver un problema,
o se preste para escribir
los versos para un buen poema.

El caso es tenerla presente
escrita en trozo de papel
y lo más cerca de la mano.
Es sugerencia de Isabel,

ISABEL
20/07/18

jueves, 12 de julio de 2018

Y aún me pregunto

 No sé cómo ocurrió...
¿Perdimos el imán
que une en la lejanía,
en el tiempo y distancia?

Si logramos tocarnos
con voz entrecortada,
si a través de miradas
unimos nuestras almas.

Si hicimos el amor
calcado entre poemas
e imaginamos nuestro,
el jardín de la gloria.

Cómo aceptar el fin
si nos quisimos tanto...
¿Cómo acaba el amor
que marca profunda huella?

ISABEL
12/07/18

martes, 10 de julio de 2018

El eco de su risa

A media luz del atardecer
un manto oscuro cubrió las nubes
presagiando tormenta.

Me apresuré a cerrar las ventanas
para evitar que entrara a mi choza
con la intensidad de su canto.

Mi atemorizaba perder el murmullo
que capto desde esta mañana;
La acariciadora risa de mi amado.

Risa que brotó en el mar de mis recuerdos
y que ahora llena mi estancia y mi todo
con la musicalidad de su contento.

Extasiada y desbordando ternura,
beso con fruición a mi amado...
En el eco de su risa.

Definitivamente:
Hoy no deseo oír llover.

ISABEL
10/07/18

martes, 3 de julio de 2018

Y mientras dormía

En mi sueño veía a un poeta
trazar sobre denso herbaje,
sus íntimas emociones.

 En ello se afanó de tal manera
que incontrolables florecieron
con sonrojos de un madrigal.

Latían ilusionadas, ansiosas de libertad.
Así que desprendió las hojas de sus corolas
y un oportuno vientecillo las alzó. ¡Volaron!

Con satisfecha mirada
el bardo contempló en el cielo
la culminación de su poema.

Tuvo expresiones de gozo
para su musa, para sus versos…
¡Y llovieron estrellas!

ISABEL
03/07/18