Por obstinada

Cansé a mi ansiedad. Su humor agresivo

hundió en un eterno invierno mi vida.

Y yo a tu espera penando te vivo

con sueños, con ilusión reprimida.

Paciente mi corazón compasivo

soporta mi insistencia enmohecida.

Gime mi cuerpo con frío excesivo,

pide una llama a la hoguera dormida.

Y el calor surge con tu poesía

al leer tus versos de ardiente fuego.

De esa forma aplaco tal agonía.

Mas la realidad sugiere el ruego.

Y rezo porque vuelvas algún día…

O acabe este amor sordo, mudo y ciego.

ISABEL
29/09/18

Ilusión Fugaz

Igual que una estrella errante

anhelando una mirada,

se pasea suspirante

una ilusión alocada.

En un cúmulo estelar

su luz nadie la requiere,

mas no deja de brillar

hasta que la noche muere.

Y al llegar el nuevo día

en un nido sin memoria,

guarda con melancolía

su loco empeño de gloria.

ISABEL

25/09/18

Mi refugio, la poesía

Las asperezas del alma

las limo con poesía.

Ella apuesta a la armonía

cuando decae la calma.

No supe del silencio aquella noche. Se oían ecos de bohemia. Canturreaban las musas y, la romántica luna, resplandecía de contento.

Ella me llevó a la poesía arrimando a mis oídos aquellas inspiradas voces en plena serenata para el alma reclamando amor con suaves notas. Era la canción ideal para que yo divagara. Como en sueños presentí que mi amado se haría presente.

Recuerdo que las sombras plácidamente se mecían y que el viento ululaba con delicia a mis emociones, la noche que se hicieron versos. Cuando desafiante entre los dedos de mis manos, abrió sus pétalos mi primer poema.

 ISABEL

15/09/18

De tamarindo

Septiembre pinta tardecitas

doradas de cálida brisa.

Brisa que acaricia de prisa

batiendo alegre sus alitas.

Yo les digo "de tamarindo"

por deliciosas y agridulces.

Porque las gozo como dulces,

poquito a poco y de lo lindo.

Septiembre es hermoso a toda hora,

pero sus tardes me fascinan.

Porque en ellas se arremolinan

las sonrisas que mi alma añora.

ISABEL

13/09/18

Apego Profundo

Un solitario poeta

lentamente deshojaba 

la flor marchita

de su oculto deseo.

—Me quiere,

no me quiere,

me quiere,

¡me quiere!

Y en su delirio

sobre los pétalos arrancados,

empuña la chispa de su nostalgia

para describir en un poema,

su amor intacto en el tiempo.

Y excelso como la Vida.

ISABEL

01/09/18