viernes, 18 de noviembre de 2016

Mi viejo baúl

Amigo, ¿quieres acompañarme? Deseo mostrarte lo que guardo dentro de este antiguo baúl de madera. No verás alhajas costosas sino fragmentos de la leyenda de mi vida.

Estos álbumes contienen entrañables fotos... y el portafolio abraza poemas y escritos amados. Una flor desquebrajada duerme desde hace muchos años aquí, entre los pétalos de mi viejo diario.

Sobre suspiros descansa un abanico de voces, de promesas, de ilusiones selladas con caricias.  Este reloj de pulso tiene suelto el minutero, pero posee brillos de felicidad en su broche. Conservo este marcador porque es mágico, es de tintas de colores. En dorado dejaba su señal de reconocimiento en mi título de madre a cada paso triunfante con mis hijos.

Guardo en esta pequeña caja, un corazón de hojalata de silencioso latido y la envoltura de un bombón de chocolate, regalos que recibí un 14 de febrero de mi inquieta adolescencia.

Invisibles, pero aquí bajo la tapa del baúl prendí una sonrisa de sol, un claro de luna y un puñado de estrellas. Los pesqué dentro de mis fantásticos sueños cuando se reflejaban justo a la orilla del mar de mis anhelos.

Lo demás son piezas sueltas de un rompecabezas que no he podido ensamblar. En puntos suspensivos aguardan su acomodo. Son segmentos de mi presente de difuso futuro.

ISABEL
18/11/16 

1 comentario:

Blas Garcia Clemente dijo...

¿Qué puedo ofrecerte?...¡Nada!
¡quizás si! puedo ofrecerte mi otoño con su maleta.
Donde he podido conservar intacta mi alma de niño,
mi pasión de adolescente y mi ilusión de enamorado,
también llevo lágrimas todas, incluso las de alegría.
Podrás observar mi trayectoria y lo que luche por ser yo.
Ya se que es poca cosa, pero es todo lo que tengo y...
Te puedo enseñar, recortes de mis ilusiones más queridas,
por las que siempre he luchado y por las que lucharé,
esas que aun en mi otoño, me hacen sentirme joven.
Mira ahí en el fondo estos son mis juguetes...
y los de mis hijos, que se los hice con mis manos.
Lo que ves brillar, es mi alegría de vivir que solo
se empaña cuando contemplo el dolor ajeno.
¿Que que es aquello? ejem...ejem es mi vitalidad
que la cuido y me permite bailar, montar a caballo,
hacer mil y una cosas con la misma ilusión de siempre.
bueno no te canso más gracias por tu paciencia.

¡Si! ya se que es lo que te puede mostrar cualquier hombre,
pero no has de olvidar que yo soy un hombre cualquiera.

B.G.C.