y anida su promesa entre mi pecho.
Con mi ser entero ejerzo el derecho
de alimentar esa luz de esperanza.
Recobra mi corazón la confianza;
cesó el dolor que lo tuvo maltrecho.
Yo sonrío optimista y doy por hecho
que palpita con tono de romanza.
Y la ilusión ya brota entre mis manos.
He visto sus magníficos colores
al filo de sucesos cotidianos.
La roza mi otoño con sus rubores
y se estira entre suspiros ufanos,
para darle este canto a sus albores.
ISABEL
18/11/16
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