miércoles, 17 de junio de 2015

Una musa

Sin más, descansaba en mi aposento
garabateando versos sosos,
Ya que los de amor y de contento
a mis manos llegan recelosos
y se van, o se los lleva el viento.

Razón por la que hoy  he decidido
a encontrar una musa adecuada,
la que sensual deslice al oído
la palabra o estrofa encantada,
certera, cual flecha de Cupido.

Una musa para enamorar
que a mi lira le otorgue la gracia
de ser caricia y saber tocar
con la donosura, con la audacia
de la flor que se abre para amar.

Quiero musa que dé perspicacia.
¿Dónde, dónde la puedo encontrar?


ISABEL.

17/06/15

2 comentarios:

Orlando Francisco Menéndez dijo...

¡Bien!
¡Muy bien!
Siempre hay musas para una gran poetisa como tú.
¡Un grande y cariñoso abrazo!

Isabel. dijo...

Amigo de mi corazón... Gracias por el cariñoso comentario. Va mi abrazo hasta Mar del Plata para ti.