Sin más, descansaba en mi aposento
garabateando versos sosos,
Ya que los de amor y de contento
a mis manos llegan recelosos
y se van, o se los lleva el viento.
Razón por la que hoy he decidido
a encontrar una musa adecuada,
la que sensual deslice al oído
la palabra o estrofa encantada,
certera, cual flecha de Cupido.
Una musa para enamorar
que a mi lira le otorgue la gracia
de ser caricia y saber tocar
con la donosura, con la audacia
de la flor que se abre para amar.
Quiero musa que dé perspicacia.
¿Dónde, dónde la puedo encontrar?
ISABEL.
17/06/15
2 comentarios:
¡Bien!
¡Muy bien!
Siempre hay musas para una gran poetisa como tú.
¡Un grande y cariñoso abrazo!
Amigo de mi corazón... Gracias por el cariñoso comentario. Va mi abrazo hasta Mar del Plata para ti.
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