Con ella vibra, ríe y se enamora,
y la procura como la artesana
que dio a su lira alas de trovadora.
Y se complace llevarla a mis sueños
al vergel de mis alucinaciones,
en donde la musa de mis empeños
entreteje con esmero ilusiones.
Musa y poesía, divas supremas.
Al oído me susurran sus cantos.
Y son mis manos, mis dedos y yemas,
los que solfean cuitas y quebrantos.
Aclaro: No soy flor ni soy poeta,
pero sí su entusiasta pretendiente.
Y juego con mi lira que coqueta,
a mi pasión secunda dulcemente.
30/03/12
3 comentarios:
Consciente de tu "Musa Herrera"
transitas melódica vivencia
sintiendo en tu alma "su" presencia
que inspira la poesía sincera.
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Eres una gran persona; esposa, madre, abuela y poetisa. Te admiro.
¡Ah...!
Me estaba olvidando de decir que tu blog está más lindo.
Eres mi gran amigo, querido poeta.
Un abrazo.
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