martes, 26 de mayo de 2009

Mi amado Don Alex

El destino logró separarnos.
Sin embargo, sigue en mi mente noche y día.
Nuestra casa me habla de él
y su eco lo dibuja en los recuerdos.
 
Esos recuerdos en trazos
tienen su silueta y su sonrisa,
eso hace que me sugestione
y oiga su voz,
sus cansados pasos…
Que sienta el sabor de sus mimos
y la placidez de sus abrazos.
Todo eso añoro… y lo reclamo.
 
Sí. Reprendo al destino por su partida,
pero al sentirlo tan cerca, pienso:
 
—Es mentira que se fue; él sigue aquí.
Sus libros, su mecedora y nuestro lecho
tienen su olor tan peculiar.
La máquina de escribir enmudeció
porque duerme.
Mañana la despertará sus manos.
 
No desvarío.
Su alma viene y me hace compañía.
Eso provoca que camine sobre su huella
para estar a su lado.
Sólo pido que no desespere
porque quizá demore mi viaje.
Pero llegaré y estaremos juntos
en el Paraíso.
 
ISABEL
26/05/2009.

1 comentario:

Unknown dijo...

Don Alex debe estar muy conmovido con este maravilloso poema inspirado en tu alma por su recuerdo.

Un beso,

L.