La noche respira
y la magia brota.
Una estrella flota
La luna la mira.
La mira y suspira
fingiendo tristeza,
pues le da pereza
su hablar, pues delira.
Delira amorosa
soñando al lucero,
que le dijo quiero
traerte la rosa.
La rosa más bella
de aroma exquisita,
que al amor excita
fulgurante estrella.
Estrella, te quiero.
Y pido que no huyas.
Mis noches son tuyas,
tuyo... ¡mi lucero!
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