Cae la noche
y de pronto mi corazón se oprime.
Vuelve a quedar atrás
la codiciada ilusión
de verte llegar con el día.
Me obsesiona tu retorno.
Lo anhelo con el alma
porque tu marcha fue tierna.
Cubriste de besos mi cuerpo
bajo la promesa del regreso.
Pero, ¿y si me has mentido?
¿Si mi recuerdo borraste
en brazos de la distancia?
¡Ay! Ven y sosiega mis dudas
o enloqueceré en esta espera.
Cae la noche
y mi insomnio persiste
igual que tu silencio.
Mis labios extrañan tu boca.
Mis ojos se humedecen...
Y sólo la lluvia me acompaña
con su llanto.
ISABEL
03/06/2009
1 comentario:
Querida Isabel:
Esta es una poesía muy bella, dulce, tierna y llena de amor. Reitero que me gusta como escribes. Te felicito.
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