Qué chifladura la mía
en creerme enamorada.
Con verte quedé extasiada
y te llamé fantasía.
Dulce trastorno es amarte
y acomodarte en mi sueño,
para así poder tocarte
como si fueras mi dueño.
Anidarás en mi mente
aunque sufras claustrofobia,
con besos de esta demente
que se proclama tu novia.
Loquita sí... y poeta,
pues te pienso y hago versos,
que van como la cometa
surcando el cielo traviesos.
¿Inconsciente o desdeñada
por los cánones sociales?
La verdad... no tengo nada,
¡mis delirios son banales!
ISABEL
20/05/2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario