y al momento te dije:
— Si se hiciera realidad
el sueño de volver a verte,
atenderías quizá
a las cosas que mi alma
te reclama.
O suceda
que ni su latido escuches.
Ya que mi alma apasionada
cuando se cansa,
enmudece...
Se recluye en el silencio,
sin palabras.
ISABEL
03/10/18
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