sábado, 10 de junio de 2017

Noche de Tormenta


Rescaté ayer con vaivenes
mi reír de primavera
y rubores de verano.
La lluvia perló mi piel
con su canto diluviano.

Recién había anochecido cuando oí que la tormenta anunciada con relámpagos y truenos llegaba con un cantar de pronóstico reservado. Sin embargo, sus repiqueteos en mi ventana y en el asfalto, sonaron como las notas de un placentero concierto que incitaba a dejar de lado el cansancio y gozar de su fresca velada.  

Esta vez la lluvia no fue para soñar y revivir añoranzas, no. En mi ser corrió el entusiasmo, y bailé y mecí mi cuerpo a la cadencia de sus sonidos magistrales que cesaron casi al amanecer. Así que, he dormido poco, pero plácidamente.

Sonrío frente al espejo examinándome. Soy la misma de ayer pero más ligera y plena de espíritu. Quizá con el canto y el bamboleo ejercitado, desprendí telarañas que empañaban mi semblante, mi femenina actitud.  Hoy me siento bañada de brillos… Como una flor con gotas de rocío.  

ISABEL.
10/06/17

1 comentario:

Orlando Francisco Menéndez dijo...

Tu poética prosa "Noche de Tormenta" me atrapó y quise saber todo.
Siempre es muy agradable leerte pero en esta me transmitiste alegría y felicidad.
Gracias.