cultivada con obstinado cariño...
Como el mejor verso de mi otoño.
Te miro como el inusitado milagro
que provocara mi pensamiento
cómplice de mi inquieta locura.
Te miro como hace poco te soñé:
Con rotundo entusiasmo…
Como el feliz laurel de mi jornada.
Te miro como deseo que me mires,
con los ojos abiertos a la magia del momento,
con el alma... Con amor en la mirada.
ISABEL
07/06/17
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