miércoles, 1 de junio de 2011

Nuestras Soledades

Amo tu soledad, amo la mía,
cómplices del gran amor que sentimos,
dos espacios de paz y bonhomía.

Las amo, porque con ellas supimos
liar nuestros locos sueños y embelesos,
y hasta nuestros pesares compartimos.

Son vergel donde cultivamos besos,
sublimes pensamientos y caricias,
y perfumados suspiros traviesos.

Idílico don. Bendito en albricias
resulta pensar y amar a distancia,
y percibir las acciones propicias.

Amo tu soledad, tu bella estancia.
Y la mía que es donde te imagino
apretado a mi piel, ¡y a mi fragancia!

ISABEL
01/06/11