Con suave lira la linda lluvia
acompaña al fresco amanecer,
pues ella del Sol quiere ser novia
y serenata le va ofrecer.
Su voz afina desde la noche
en chipi chipi como murmullo,
sin eco de brisa, sin derroche,
al astro rey le dará su arrullo.
Mas su ilusión tiende a quebrajarse
a la huída del alba que le advierte:
Así tu amor no va a despertarse,
nublaste su cielo. ¡Mala suerte!
Con este pesar, arreció el llanto.
Sus lagunas las volvió diluvio.
Ahogaba así su desencanto,
que enjugó a suspiros el efluvio.
¡Ah, bella llorona enamorada!
¿Quieres que tu galán aparezca?
Susurra a media voz tu balada,
para que en arco iris... ¡resplandezca!
ISABEL
06/06/2009.
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