A cada amanecer, un agradecido beso.
Y para comenzar ricamente el día,
mi vida suavemente se envuelve
en estos singulares aromas:
Con el de la brisa de la alborada
que salpica mis ilusiones
reanimado expectativas…
Con el de los bellos recuerdos;
con el que brota al verso.
Con el que me obsequian las rosas.
Con el del pan recién tostado
y el que de mi taza emana
al humeante café mañanero.
ISABEL
04/11/17
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