A los humos del café
y al sutil aroma a rosas
llegan musas fantasiosas
a sumarles el buqué
que emana entre su abecé:
Al efluvio del fonema.
A su olor la lira es gema
que brinda al poeta fiel,
un brillo bajo la piel
que ilumine su poema.
Poesía, café y rosas,
nube de esencias que inspira
que cautiva si se aspira
como a las cartas añosas,
que desprenden silenciosas
una eternidad grabada.
Poesía flor alada
mensajera de emociones,
vuela hacia los corazones
y acaricia la mirada.
ISABEL
13/05/17
2 comentarios:
Hermosas décimas, querida Isabel. Todo mi cariño desde Mar del Plata.
Gracias, amigo Orlando. Hasta Mar del Plata viaja mi cálido saludo. Es todo tuyo.
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