Ven con la fuerza de tu errante latido
a ocupar mi cielo vespertino.
Aún te espero,
respirando aromas regios
en mi jardín florido.
Aún te sueño,
pretendiendo ser primavera.
Con tu cuerpo apretado al mío,
con tus suspiros en mi boca
mientras un rayo de sol
nos muestra espléndido sendero
para caminarlo unidos.
Ven, que aún preciso
del arcoíris de tu sonrisa,
del fulgor de tu mirada,
para enriquecer con sus matices
la realidad de mi universo
y el carrusel de mi fantasía.
Ven pronto.
Oye el golpeteo de mi corazón;
urgido está de tu aliento
y del almíbar de tu caricia.
Llega ya. Te necesito.
ISABEL
25/01/14
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