miércoles, 27 de diciembre de 2023

Me ha escrito mi otra yo


Hola Isabel: Es verdad que nunca te he escrito. Sin embargo, me ha puesto sentimental esta temporada y recuerdos de nuestra edad temprana tomaron vida.
 
Recuerdos acaramelados entre aromas a frutos secos, vainilla y canela, recuerdos de Nochebuena en casa de la abuela Lupe. Olores de la gran aventura del viaje. De inviernos que apiñaban las hojas de todo un calendario.
 
Lentos corren los días en la paciencia de la impaciencia. Pero veloces eran nuestros pensamientos fantasiosos de niña. ¡Soñar! Desde siempre hemos sido grandes soñadoras, pues imaginando, todo hacemos grato mientras transcurren los tiempos de espera.
 
El momento del viaje llegaba y la emoción crecía. El trayecto en tren era largo. Tendríamos tres días y dos noches para mecer lindos sueños. Nuestros hermanitos, tú y yo, felices, mamá no tanto. Viajar con tres niños latosos en un espacio reducido creo que era complicado para ella.
 
Hermosillo en los meses de diciembre y enero, nos resultaban demasiado fríos y la convivencia con la abuela y demás parentela, pasada la Navidad, dejaba de ser divertida, tanto, que a diario pedíamos a mamá volver a nuestra casa.  Y mientras llegaba ese momento, nuestros hermanos, tú y yo, dábamos inicio a los preparativos reuniendo nuestros juguetes; los íbamos guardando junto con “algo” de las golosinas de fin de año.
 
¿Recuerdas? Volvíamos a casa más que felices. El viaje de regreso en tren resultaba mejor que el de ida, porque papá nos recibiría en la estación y llegaríamos al hogar la familia completa.
 
Isabel, es verdad que no acostumbro escribirte, pero me gustó hacerlo… Y creo que lo haré seguido. ¡Feliz Año 2024!
 
Tu otra yo 

ISABEL 
27/12/23

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