ella se hundió en la tristeza
y diluvió en su memoria.
—Mi amor me dijo: Regreso.
Musitó con sutileza
a la alusión promisoria.
Mas eterno es el receso
para su pobre cabeza
obstinada con la gloria,
de percibir otro beso
con su sabor y tibieza...
La placidez amatoria.
Al evocar aquel beso,
ella se hundió en la tristeza…
Y diluvió en su memoria.
ISABEL.
30/12/15
2 comentarios:
Qué bellos tercetos; qué maravillosa rima, qué profundo sentir.
Te felicito, querida Isabel.
Me hacen sentir muy bien tus comentarios, querido poeta.
Gracias por leer mis poesías. Te abraza mi corazón.
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