Ella aguardó el momento
de concebirse amada.
Hoy la vi deslumbrante,
obsequiando su aroma
y cáliz de diamante.
Rosa, Rosa del Alba...
Que tu luz, tu pureza,
tu piel de terciopelo,
sean para tu alado
como misión del cielo.
Que corteje exquisito
el ave que te encanta,
que te arrulle su trino.
Y al roce de sus alas
sientas amor genuino.
ISABEL.
17/12/15
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