Siempre pienso en ti y en tus palabras. Llevo
atados a mi ser el eco de tu voz y
tu recuerdo. Intuyo que de una u otra forma, continúas abrazándome amorosamente, pues al releer
tus cartas, tus poemas y reflexiones, deleitas mis latidos. Sus letras son abiertas
caricias, lecciones de vida que le dan decisión y fortaleza a mis pasos. Todo
eso percibo en estos versos que escribieras
meses antes de partir:
“Y nunca olvides mi querida Suimei
que si ignoramos para qué es la vida,
pasaremos por ella sin gozarla,
moriremos, quizá sin descubrirla.
Busca la vida en ti, no hay otra vida.
Fuera de nuestro ser todo es mentira;
y la verdad desdeñosa se esconde,
dentro del corazón que nos anima.".
¡Ay, don Alex! Hacia ti constantemente viajan mis
suspiros, entre lágrimas y besos.
ISABEL.
26/10/12
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