Con pasión, en sueños de enamorada,
late mi alma en el iris de su fuego
y solloza la razón calcinada.
¡Dios...! ¿Cómo alcanzo la paz y el sosiego
si hasta mi mente abrasan esas llamas
de fantasía y en "un tris" de juego?
Si mi subconsciente gesta amalgamas
que al corazón sacuden con locura,
no permitas, Señor, las haga dramas.
Déjame fantasear con cordura.
Y con ese galán de mis ardores
hundirme en sueños de amor sin censura.
Ya después de la escena, sin sudores,
me gustaría anotar sus momentos
y en mis versos, difundir sus colores.
ISABEL
17/10/12.
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