Ah, viento de otoño,
que todo lo agitas o arrasas,
ya oigo tus murmullos
que van desgranando añoranzas.
Pero, por favor,
no juegues hoy con mi cabello,
que siento aún lleva
el aroma a miel de su beso.
Viento del otoño,
qué grato es vivir tus caricias
y escuchar tu canto.
Para ti, prodigo alabanzas.
Pero, por favor
hoy no revuelvas mi cabello.
Déjale un día más,
el aroma a miel de su beso.
ISABEL.
05/10/12.
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