sábado, 11 de abril de 2009

"Cleta", la motoneta.


Como trebejo inutil y que estorba,
arrinconada junto a una maceta,
maltrecha y fea por el abandono,
lento agoniza la pobrecita Cleta.

La coqueta, la color rojo granate,
la que gozó del placer de ser amada,
hoy sufre impávida el más cruel desatino
de dejar que las lluvias, el sol y el frío
estropeen su belleza y porte fino.

¿Qué pasó para merecer tal castigo?
¿Las razones para hacerle esa trastada?
Nadie sabe por qué, pero es evidente
que a su propietario lo hartó la costumbre,
de visitas al taller constantemente.

Si fuera toda verdad, qué lamentable,
que la Cleta por difícil o imperfecta,
la sentencien a morir achicharrada,
si tan bella se creyó motocicleta.

Un consejo le daré a su propietario
esperando no le enoje mi argumento:
No existiendo interés por conservarla,
regalarla sería un gran escarmiento.

ISABEL
11/04/09.

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