resulta amarte en secreto;
te juro que no adivino
tu interés en ser discreto.
¿Para qué tanto misterio
si los dos somos adultos,
y con extenso criterio
para asumir los asuntos?
Quiero conocer las causas
para fingir ser amigos,
comunicarnos con pausas
y besarnos sin testigos.
Si es timidez la razón
o por los malos consejos,
escucha tu corazón
y deja atrás los complejos.
Amémonos sin resabios
y quiéreme como quiero;
que si ya lo sabe Dios...
¡Qué lo sepa el mundo entero!
ISABEL
28/02/09.
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