Mi poeta amigo se ha ido.
Hoy enfrento agudo quebranto,
el luto de mi corazón...
Y duele, me dobla. Soy llanto.
Mi poeta amigo se ha ido.
Me cuesta asimilar tal hecho;
pensarlo ausente de su vida,
de su Mar del Plata y su techo.
Deja huérfana a mi poesía
que añorará su comentario
afectuoso y motivador.
Esa caricia a mi ideario.
Lo recordaré en sus poemas,
bebiendo café, al ver mis rosas,
y las fotos que compartimos
sorbos de una amistad hermosa.
En mi ser entero diluvia...
Entre aromas de café y rosas.
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“Un poeta es quien duerme menos
pero sueña más.
Por eso escribe Poesías de Café.”.
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