en un poema desordenado.
Con la luz que entra por la ventana
y en un trozo de papel ajado.
Mis labios aún guardan la miel
y el ímpetu del último beso,
mi cuerpo el roce de aquella piel.
Mi corazón, aquel embeleso.
Esa es mi historia y son añoranzas.
Nada actual para pintar auroras
ni atardeceres con esperanzas.
Y viene el invierno sin demoras.
Sí. Soy yo, trazando mi futuro.
Pero la vida no es un poema.
Los versos no son el claroscuro
para pronosticar... ¡Qué dilema!
ISABEL
12/10/16
2 comentarios:
Sí, querida Isabel, eres tú... Y escribiendo un magnífico poema.
Te quiero mucho, colega y amiga moreliana.
¡Felicitaciones!
Amigo de mi corazón, gracias por el cariño y las bellas palabras
que me obsequias en cada comentario.
Mi abrazo para ti.
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