Sí, contesta mi subconsciente.
Aunque esta ansiedad no lo aprueba
y clama a que
tenga presente,
que existe un ayer sin regreso.
No más miradas comprensivas,
ni más gestos ni más caricias.
Callaron las frases de amor,
cesaron las mieles de besos
y el roce suave de unas manos.
De modo que a este revivir
surge una agonía de ausencias.
Gime con pesar mi memoria
por el hombre que más me amó...
Viste luto con el recuerdo.
A veces duele recordar.
ISABEL
20/10/16
2 comentarios:
Querida amiga, Isabel:
Es maravilloso que expreses tus sentires en una tan bella poesía.
Gracias por subirla a tu blog.
Amigo Orlando: Y es maravilloso contar con lectores sensibles y conocedores de poesía,
como lo eres tú. Gracias por comentar.
Te envío un cariñoso abrazo.
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