acompaña mi paso;
alúmbrame el camino
que débil es mi ocaso.
Contigo he de llegar
al sitio en que me espera,
el hombre de mi vida
y en su abrazo una hoguera.
¿Te imaginas mi dicha
¿Te imaginas mi dicha
cuando vuelva a mirarlo?
Te juro que no duermo
con sólo imaginarlo.
¡Volver... ! Palpitar juntos,
describir nuestra euforia
con versos de colores
y en trocitos de gloria.
Lucero de los sueños
sé luz de mi camino,
y en la sana encomienda
de cumplir mi destino,
relegaré la ausencia
recobrando a mi amado.
Cantaré, bailaré...
¡Y moriré a su lado!
ISABEL.
02/04/15
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