De pensamientos alborotados
en gran tertulia con el insomnio.
Todo se grabó en voz del silencio.
Suspiro abrazando la almohada.
Huele a mis lágrimas, a mis sueños,
al polvo etéreo de los recuerdos.
Por fin aparece el nuevo día.
Saludo a la aurora en sus rubores.
Voló una hoja más del calendario
y la Vida aún, retiene mi alma.
Me aguarda una taza con café.
Lo bebo lento y agradecida,
porque el corazón late animoso
con aires de luz y en primavera.
¡Qué larga noche fue la de anoche!
¡Qué larga noche fue la de anoche!
ISABEL
05/04/15
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