Pasión fugaz

El rojo frenesí relucía en esa alcoba testigo de ardientes combates. De caricias tan intensas que subsisten rescoldos despidiendo humo. Humo enamorado.

Unidos por llameante halo de luz,

fue nuestra pasión osada y notoria.

Y al restallar de nuestras emociones

su fulgor era de ensueño. ¡La gloria!
 

Mas un día apareció el desencanto

y presuroso se alejó el amor.

Dejó recuerdos. Y a la alcoba aquella

en la penumbra, muda en su estupor.

ISABEL

28/08/12