y los silencios del mar,
en las profundidades de sus aguas.
Sobre sus arenas.
Y por fin te encontré
en la ola del destino...
en la ola del destino...
Ella nos unió en espiritual abrazo,
con su rítmico vaivén.
Y fue que tu corazón
logra empatar con el mío;
mi mano se asió a tu mano,
mis sueños a los tuyos…
Y a tu palabra.
ISABEL
10/07/11
1 comentario:
Pues la ola del destino
dimanada de poesía
los corazones fundía
y llevaba al mismo sino.
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