Y te asomas al enrejado,
a la libertad... tu delirio.
Pienso: “Debe añorar su ambiente
y las caricias de la brisa,
de colibríes en su prisa,
a la mariposa inherente...”
Pero con tu poca agudeza
terminarás en un florero.
Por Dios, espera al jardinero,
mejor esconde tu belleza.
ISABEL
18/07/11
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