Renace en mí el rubor de primavera
e igual que antaño vibro de emoción.
Florece el rosal de mi jardinera,
sus pétalos abrazan mi balcón.
Vuelvo a soñar como quinceañera
con el amor que teje la ilusión...
El que avasalla y con miel se apodera
del cauto palpitar del corazón.
Y de nuevo deseo la primicia
de un ardiente beso y en cielo raso,
describir en poemas su delicia.
Cantaré mi ventura paso a paso
mientras transpire mi piel la caricia,
de este espejismo que ciñe a mi ocaso.
ISABEL
15/01/16
2 comentarios:
Leo tu soneto que me resulta romántico, nostálgico y bello.
¡Qué lindo es ver tu corazón!
Lindas tus visitas al blog, querido Orlando.
Tus comentarios son alentadores.¡Gracias!
Un abrazo.
Publicar un comentario