Lo mismo le ocurre a mi buen ánimo cuando tengo que afrontar serios problemas, o las señales del atardecer de mi vida, que insolentemente me va arañando el rostro, el cuerpo…y hasta la piel del alma.
Mi débil mirada poco a poco se fue perdiendo en la confusión de la noche. Todo lo juzgué
difuso hasta que la luna y los luceros, encendieron sus faroles de plata y volví a oír tus
murmullos, amado Silencio.
Ahora, me disculpas el bostezo y que no continúe con la charla. El sueño me recuerda
que debo descansar.
Hasta mañana.
ISABEL
05/06/15
2 comentarios:
Me dejaste pensando, meditando, apreciando, y agradeciendo que podamos poseer un sentido adicional que no todos tienen. Ese saber, poder, y lograr, expresar los sentimientos mediante el arte de la escritura.
Eso es talento; y no solamente es muy placentero utilizarlo... Es como una necesidad para disfrutar la vida hasta en situaciones difíciles.
Pienso que ejercer el talento de escribir es como degustar una buena comida y no podemos ni imaginarnos cómo sería no contar con el sentido del olfato y del gusto, pero imagino todo insulso, insípido...
Todo ese introito es para decirte que me encantó leer tu "Platicando con el Silencio".
Mi cariñoso saludo.
Introito de un excelente escritor y poeta, que me tiene cariño.
Amigo de mi corazón, muchas gracias por cada palabra de tus hermosos comentarios. Te abrazo con todo mi ser.
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