lunes, 17 de febrero de 2014

Tu Beso en mi Vida.

Jamás podré olvidar aquel beso sumiso,
tu primer ruego de amor.

Lo depositaste en el dorso de mi mano.
Fue la vehemente y callada
manifestación de tu sentir,
que acepté como un halago
y correspondí
con ruborizada sonrisa.

Ah, tu beso.

Después, a solas,
con codicia lo recogieron mis labios
y lo disfrutaron hasta con placer profano.

Aún me embeleso al recordarlo.
Porque a pesar de que marchaste al infinito,
de continuo revivo su momento
y transita a placer por mis sentidos.

Sí. Añoro tu primer ruego de amor.
Aquel que estampaste en mi mano
con el hálito azul de la ilusión;
ha sido el te quiero
más maravilloso que he disfrutado...
Tu beso en mi mano.

Tu beso en mi vida.

ISABEL
17/02/14. 

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