El húmedo viento de verano
me condujo a la nostalgia.
Lo hizo con una balada de mis núbiles años
que ejecutó con oscilaciones de gozo.
Claramente oí sus rítmicas notas.
Las tarareé con delicia
abriéndome al vitral del pasado.
Ceñida a su seductor hechizo,
vislumbré mi lozanía de primavera
y con los ojos cerrados
repasé a placer
aquella alegre etapa de mi vida.
Mi corazón palpitaba emocionado,
ofrecía silentes lágrimas a los recuerdos
que de modo repentino, florecían…
A las sonrisas enamoradas,
a los apasionados suspiros,
a los versos, palabras, promesas...
A las resonancias de placer,
gloriosas explosiones
que rozaran la tez del mismo cielo.
Los ciclos de la vida mecen añoranzas.
Las miman con melodías eternas
y fulgurantes como las estrellas.
Hoy, el húmedo viento de verano
me condujo a la nostalgia.
ISABEL.
28/08/13.