Sublime es la pasión que lo
motiva
y nos acompaña a donde tú y
yo,
le construimos su trono a
la lasciva.
Allí resalta su luz sin
resabios
y cuidamos con celo su
belleza.
Allí alcanza intensidad su
dulzura
y derrocha calidez, su
agudeza.
Ella induce a la hoguera de
caricias,
nos estimula al abrazo
profundo
y al ardor de besos que en
su agonía
cesa a suspiros… el placer
rotundo.
Un vicio es amarnos, quizá
locura,
pero es mágica ilusión que
supera
a la gloria de cualquier aventura
y embellece, ¡como la
primavera!
ISABEL.
19/04/11
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