caminar contigo es mi contento.
Vamos al barrio de Capuchinas,
a las afueras de su convento.
¿Ves aquella fuente chiquitina?
Observa su piel de piedra malta,
su vaivén. Sube y baja con gracia
y entre gorgoritos lo resalta.
Como tú, tiene voz cantarina.
Cuando canta brotan los chorritos,
llegan las palomas, aletean,
alzan espuma, beben sorbitos.
¿Ya vienes conmigo, Carolina?
Ven mi niña linda y obediente.
Te daré crayones y papel.
Dibujarás la pequeña fuente.
04/05/19
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