La reconciliación asomó
entre una grieta de discrepancias.
Allí se resquebrajó el amor
y se agigantaron las distancias.
Amado mío:
Después de una larga ausencia regresas y me devuelves la
sonrisa y la fe en las bondades del destino. De nuevo caminaremos juntos. La
luz de tu mirada traza sobre mi deslucido otoño, los colores del más bello amanecer.
Prométeme que ya no te irás de mi lado. Préndeme de nuevo
en tierno abrazo a tu amor… Mi corazón necesita sentir tu latido en su latido,
y mi ser entero quiere llevarte junto a sus remendadas ansias de vivir, hasta
el final del camino.
Siempre tuya...
Isabel
13/02/18
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