bellos lagos de diáfanos matices,
entreví el albor de mis futuras mañanas
y mensajes amores.
En ellos calmé la sed de ternura
que reclamaba mi alma,
y buceando en sus
aguas
rocé sus abismos.
Confieso que al saber de tu cariño,
deseé amarte como a nadie
y supuse pobre la entrega
de sólo mimos y lisonjas.
Y te ofrendé mi vida inacabada,
con aciertos y errores;
brazadas de afanes en cultivo
y rosas de mi huerto.
Tuyas son mis sonrisas,
tuyos, mi corazón, mis sollozos desgarrados,
mi diccionario de emociones,
mi voz, mi canto… Mi poesía.
ISABEL
27/11/15
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