Tramo de una lateral de la Calzada San Diego. |
al amparo del libre albedrío,
acordé acabar con el hastío
y complacer a mi corazón.
Pero es un milagro que éste invoca.
Pues a latidos pide enseguida,
que le diga al amor de mi vida:
"Vuelve por tus besos a mi boca".
Cómo lamento no complacerlo.
Decirlo, no sería problema...
Mas la incomunicación extrema
descarta la esperanza de verlo.
Para consentir al corazón,
resolví alejarme del hastío.
Ahora me enfrento al desafío,
de hacer que olvide o entre en razón.
ISABEL.
16/01/15
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