Acá anduvo la Catrina
con machete y carabina
azuzando a la ciudad.
Mostraba tanta crueldad,
que hubo gente que de espanto
acabó hecha un mar de llanto.
Y aprovechó la muy tal
pa' echarlos a su costal
y jaló hacia el camposanto.
Los mató en un dos por tres
y los enterró juntitos,
pero antes les dio besitos
de la cabeza a los pies,
para aliviarlos de estrés…
—Eso dijo la dientona—.
Y su risa socarrona
se oyó en todo el panteón,
igual el rezo llorón
de la tropa santurrona.
ISABEL
06/11/14
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