En ese amor que ni disfruto fruto
será donde registre el resto de esto:
Mi coraje diminuto al minuto
y su adiós de tan indigesto gesto.
al vibrato de mi profusa musa.
Y mi nidal de embelesos y besos
con la pasión inconclusa, conclusa.
Amaré hasta el infinito finito,
locamente, malquerida o querida.
Así que, corazoncito zoncito,
late en la miel de mi atrevida vida.
ISABEL
30/11/14