separa del alma su candileja.
Es ayer que en tu presente no rima.
Pero si el pasado en vez de una queja
con sonrisas cosquillea en tus labios,
suspira, es amor que no se aleja.
Si recordar es vivir, es de sabios
elegir, lo que halague al corazón,
evadiendo los amargos resabios...
Así no habrá ahogos ni cerrazón.
Porque serán caricias los recuerdos
y un alivio ante cualquier tropezón.
¿Te molesta no olvidar desacuerdos?
Los ramos de pensamientos marchitos
tíralos. ¡Qué se los coman los cerdos!
ISABEL.
31/08/14