Pero... ¿Qué paso?
¿Fue milagro o decreto del destino?
Tu corazón apasionado
logró penetrarse en el mío.
Entre tus manos cupo mi mundo,
en tus ensueños, los míos.
Y en el eco de tu poesía,
mis versos brotaron
emotivos,
cursis,
arrebolados.
emotivos,
cursis,
arrebolados.
Extasiada los voy tatuando
sobre pétalos de rosas,
con el cincel de mis labios
entre suspiro y suspiro.
¿Qué pasó para llegar a amarnos tanto
y que lo decretara el destino?
ISABEL
03/12/13
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