Aquí estoy,
apenas sostenido en desnuda y endeble rama
postergando mi vuelo.
Aún no sé qué rumbo debo tomar
para hallar a la brisa de otoño
y unirme a su canto…
Quisiera llegar,
a donde la armonía fulgura en el cielo
y no hay ausencias para el corazón.
Donde los árboles son de perenne follaje
y abundan las flores…
Donde el Sol colorea los sentidos
y su aliento es tibio y suave como una caricia.
Tú que me miras,
¿sabes dónde está la mansión del viento?
¿Sabes cómo puedo coincidir
con ese soplo de ilusiones?
Él sería mi pasaporte para emigrar
con ese soplo de ilusiones?
Él sería mi pasaporte para emigrar
a la hoguera miel de los crepúsculos.
Regálame con la mirada
una pizca de fe, una semilla de ternura,
una luz de esperanza que guíe mi vuelo.
Y con tu sonrisa,
deséame buena suerte.
ISABEL
16/11/13
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